Paciencia con Oliver

La afición colchonera, como la gran mayoría de aficiones del mundo, quiere ver a sus canteranos, ya que son jugadores que tienen el mismo sentimiento que ellos por el club, y la afición rojiblanca, después de disfrutar de toda su clase en el terreno de juego durante el verano, está ansiosa por ver en acción de forma regular con el primer equipo a Oliver Torres.

En esta pretemporada, le hemos podido ver actuando con el primer equipo en diversos amistosos, y ha sido uno de los jugadores que más han despuntado en la plantilla en estos encuentros. El joven centrocampista ha cuajado una gran pretemporada demostrando todo su fútbol.

Aunque la afición ya sueña con la magia de Oliver en el Vicente Calderón, hay que tener paciencia con él, tan sólo tiene 17 años y la presión que supondría llevar la manija de un club tan grande como el Atlético de Madrid sería enorme.

El “Cholo” Simeone conoce lo que hace, ya que hizo debutar a nada menos que 25 canteranos en su carrera como técnico, y sabe qué hay que llevarlo poco a poco, que vaya teniendo minutos a lo largo de la temporada, pero que el mayor grosor del año lo pase en el filial de Segunda “B”.

Fernando Torres es un buen ejemplo de cómo llevarán el tema de Oliver. “El Niño” en el año que apareció por primera vez en la primera plantilla rojiblanca, tan sólo disputó 6 encuentros. Después, al año siguiente, Fernando Torres ya disputó un total de 37 partidos, pero sin la presión de ser el goleador del equipo colchonero, ya que en esa temporada el llamado a hacer los goles del Atlético era el uruguayo Diego Alonso, que marcó 22 tantos y fue Pichichi de Segunda División. Y tras una temporada completa sin presión, más los pocos encuentros que disputó en su primera campaña, Fernando Torres ya estaba capacitado para asumir la responsabilidad del gol en el feudo colchonero.

Algo similar es lo que tienen que hacer con Oliver Torres. Hacer que el canterano tenga sus primeros minutos oficiales con el equipo, pero sin meterle la presión de tener que asumir el juego del equipo, y así, con paciencia, ir preparando poco a poco a un futbolista que está llamado a hacer grandes cosas en el Vicente Calderón.